En ocasiones es normal no tener ganas de sexo , pero cuando pasamos al siguiente nivel, el apetito sexual se convierta en una obsesión y nos preocupamos demasiado por ello, acaba en un problema. Sin embargo, aunque parece que estemos hablando de algo grave, tiene solución.
En primer lugar hay que conocer las causas que originan esta pérdida de apetito sexual, aunque la mayoría son psicológicas. La causa más común es la rutina, el hecho de hacer siempre lo mismo, tanto en lugares donde se practica el sexo como en la forma de hacerlo.
Los expertos aseguran que si estamos con esta falta de deseo durante más de dos meses, sería necesaria una terapia para afrontar y vencer éste síntoma.
En ocasiones en las que estemos más estresados también podemos vernos afectados en éste sentido. Otras causas menos frecuentes pueden ser el insomnio y/o el cansancio en general. Se conoce, como añadido, que algunos medicamentos también pueden reducir las ganas de hacer el amor que tiene una persona.
Las soluciones a este problema son fácilmente asequibles, siempre y cuando tengamos una adecuada fuerza de voluntad para ello. En primer lugar, hay que hablar con nuestra pareja sobre lo que nos está sucediendo y en caso de que no seamos capaces de solucionarlo por nosotros mismos, acudir a una terapia de pareja o incluso a un psicólogo para determinar la causa de ello y poder recibir consejos y un remedio adecuado.
Es importante poner freno cuanto antes a esta falta de apetito, puesto que nuestra pareja podría verse afectada de forma grave y podría incluso acabar con nuestra relación.
